Descubre la Farmacia Bolós en Barcelona
Un lugar con historia
En la rambla de Catalunya pervive esta farmacia modernista del año 1902, antiguamente conocida como farmacia Novellas, el nombre del primer propietario. Una farmacia plenamente modernista, con una decoración exquisita que nos transporta a la época de los años 20. Se trata de una farmacia emblemática en el barrio de l'Eixample de Barcelona.
Lo primero que llama la atención
Lo primero que llama la atención de esta farmacia modernista es la puerta, formada por tres paneles de madera con cristal emplomado que, en la parte superior de la puerta, representan un naranjo. La puerta se encuentra enmarcada por una estructura de hierro forjado con motivos florales. El interior de la farmacia está decorado con una gran variedad de elementos modernistas, como columnas de hierro forjado, mosaicos, vitrales y una gran cantidad de objetos decorativos.
Un lugar lleno de encanto
La farmacia Bolós es un lugar lleno de encanto, con una decoración modernista única en Barcelona. Su interior es una mezcla de diferentes estilos que, a pesar de los años, se mantiene intacto. Además, la farmacia Bolós ofrece una amplia gama de productos farmacéuticos y cosméticos, así como una gran variedad de productos de parafarmacia. Esta farmacia cuenta con una amplia selección de productos de cosmética facial, corporal, capilar, solar, maquillaje y productos para el cuidado de la piel.
Un lugar con mucho encanto para visitar
La farmacia Bolós es uno de los lugares más emblemáticos de Barcelona. Sus vidrieras, mosaicos y decoración modernista nos transportan a la época dorada de la ciudad. Además, es un lugar ideal para hacer una parada y disfrutar del encanto de la farmacia. La farmacia Bolós se encuentra en la Rambla de Catalunya, número 77, en el barrio de l'Eixample de Barcelona. Si estás de visita en Barcelona, no dejes de visitar esta farmacia modernista, un lugar único con mucho encanto.
Una farmacia plenamente modernista
Lo primero que llama la atención de esta farmacia modernista es la puerta, formada por tres paneles de madera con cristal emplomado que, en la parte superior de la puerta, representan un naranjo. El letrero, que cuelga del techo exterior, está hecho de hierro forjado ornamentado con la flor de la adormidera, símbolo por excelencia de las farmacias modernistas. El nombre de la farmacia aparece encima escrito en caracteres típicamente modernistas. No es el único detalle de la época que se conserva en la fachada: del techo del exterior cuelga un precioso farol trabajado en hierro forjado y cristal emplomado donde se lee el nombre de la farmacia: Bolós. Todavía da luz. Al otro lado de la puerta, una placa recuerda que esta farmacia fue seleccionada por la Olimpiada Cultural que se celebró en Barcelona en 1992, en paralelo a los Juegos Olímpicos.
Interior alegórico
En el interior se conservan las vitrinas, un magnífico escaparate de caoba trabajado con formas curvilíneas, pinturas murales en el techo que representan alegorías farmacéuticas y preciosos vitrales decorados con representaciones de plantas y flores medicinales.