Construida por el arquitecto Enric Sagnier justo en medio de La Rambla, la Casa del Doctor Genové es una pequeña gran joya modernista que hoy es la sede de un restaurante.
Obra global
Sagnier concibió el encargo como una obra de arte total, y para hacerlo tuvo la colaboración de algunos de los mejores artesanos del momento. De la fachada destacan los mosaicos (hechos por el mosaísta Lluís Bru) y el trabajo escultórico. También son muy característicos los arcos apuntados de la entrada y del tercer piso, típicos de la corriente neogoticista que estaba tan en boga en aquellos años. Se han perdido los vitrales y otros elementos, pero, aun así, su estado de conservación es excelente.
La arquitectura de la clase poderosa
Enric Sagnier superó con éxito el reto de meter un edificio destinado a tres usos diferentes (vivienda, laboratorio y farmacia) en un espacio muy estrecho y complicado. En aquella época, Sagnier ya era un arquitecto experimentado y de renombre, que había levantado no pocos edificios en Barcelona, la mayoría por encargo de las clases acomodadas de la ciudad, con las cuales el arquitecto estaba bien relacionado.